el movimiento interno propio del caos que busca expandirse, termina promoviendo la apertura de los márgenes y la materialización física de aquello que era pintado. El contraste entre la búsqueda de la representación carnal de la naturaleza y los materiales producidos por el hombre, los cuales con su toxicidad, lastiman el entorno que habita, permiten al artista reforzar ese diálogo entre lo orgánico y lo inorgánico, invitando a la reflexión. Los nudos de Pablo atan y desatan emulando las relaciones humanas; de allí surgen nuevos relatos, nuevos organismos, nuevos colores, materialidades y dinámicas, donde la naturaleza reformula y afianza su presencia.
Lic. María Carolina Baulo